Editorial Planeta acaba de publicar Café Tacuba, bailando por nuestra cuenta, un libro de entrevistas que cuenta la larga historia de una de las agrupaciones más sui generis de eso que muchos siguen llamando rock mexicano. El experimentado periodista Enrique Blanc es el autor y con él es nuestra charla.
¿Por qué Café Tacuba?
Como sabemos, el rock nacional está lleno de propuestas. Café Tacuba refleja un momento muy importante que coincide con el llamado boom del rock mexicano, cuando las discográficas multinacionales empiezan a fichar grupos como Caifanes, Maldita, Fobia... y me parece que el que mejor ejemplifica la idea de generar una música, un rock con identidad nacional, es Café Tacuba. Pero hay otra historia también atrás. Durante muchos años he estado trabajando con la revista española Zona de obras, cuyo perfil es concentrarse sobre todo en la escena iberoamericana. Obviamente, abordan lo que pasa en España; pero como su director es argentino, de ahí viene el interés por el rock de nuestro continente. Hace tiempo me pidieron que escribiera algunos títulos sobre músicos de nuestro país. El primero que hice, en 2000, se llamó Puro power mexicano. Conversaciones con Molotov. Después vino De mis pasos. Conversaciones con Julieta Venegas. El tercero de la serie habría de ser con Café Tacuba y se lo propuse a Joselo Rangel, quien me respondió: “No nos interesa”. Sin embargo, ahí quedó el interés mío manifiesto y luego de algunos años, me dijeron: “Ahora sí”.
Veo que manejaste el libro básicamente como un ejercicio periodístico, de reportero, sin emitir opiniones o juicios de valor.
Los géneros periodísticos te llevan por distintos caminos. En el reportaje, lo que te interesa son los testimonios que recabas y en la entrevista lo que menos importa es el entrevistador. Fue esto lo que quise poner como ejercicio en el libro: que la historia de Café Tacuba estuviera contada por ellos mismos, por sus cuatro integrantes.
Hay una vieja polémica acerca del grupo, respecto a si lo que hace es o no es rock. ¿Tú qué piensas al respecto?
No me caso mucho con las etiquetas, pero diría que lo que hace es música mexicana contemporánea. Obviamente hay elementos del rock. Hay guitarras eléctricas. Hay también una cierta actitud. Quizá no sean tan roqueros como lo es un Alex Lora, pero como decía Santiago Auserón: para crear un rock propio en Iberoamérica, hay por una parte que beber de la larga tradición del rocanrol estadounidense, anglosajón, negro, y voltear también a lo propio. Elaborar un rock mestizo, fusionado. Tal vez no el rock ortodoxo que hacen los Arctic Monkeys o que hizo en su momento Led Zeppelin. Si hoy contemplas el gran cuadro de lo que puede caber en el rock, el viejo purismo ya se desplomó, se desbordó a nivel global. Rock es Eels, rock es Björk. El término rock habría que entenderlo en el contexto actual, contemporáneo, no anclado a la ortodoxia de decir: cuatro guitarras y una batería.
Desde esa visión, ¿cuál es el lugar de Café Tacuba dentro del rock que se ha hecho y se sigue haciendo en México? Hay quienes dicen que es el mejor grupo nacional.
No me gusta ese tipo de elementos tan categóricos. La música es un fenómeno dinámico. Si analizas las discografías de muchos músicos, te darás cuenta de que tienen sus altas y sus bajas. Bob Dylan, por ejemplo, tuvo un pico de creatividad en 1965 y 1966 y después tuvo un bache. Todos los grandes grupos de rock han tenido discos malos o al menos discos menores. Café Tacuba hizo en 1994 uno de los grandes discos del rock latino que es Re, una obra que sigue vigente y que planteó muchas ideas para crear un rock con identidad mexicana, un rock nacional. Pero el grupo siguió experimentando y no se quedó en la fórmula. Incluso quiso ir al post rock con Revés/Yo soy de 1999 que es un disco muy incomprendido y más valorado fuera que dentro de México. En síntesis, me parece que Café Tacuba es una agrupación que tiene una identidad muy clara, no sólo como conjunto sino en la propia personalidad de cada uno de sus miembros: Rubén, Josélo, Memé, Quique. No sé cuántos miembros de Zoé me podrías nombrar más allá de León Larregui. Con los Tacubos es diferente y los cuatro destacan, cada uno a su manera.
(Publicado hoy en la sección "El ángel exterminador" de Milenio Diario)
1 comentario:
Solo faltó un: "¡Tómala!" al final del comentario de Zoé.
¿Valdría la pena destruir algunos arbolitos?
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