sábado, 17 de diciembre de 2016

2017-2018, el reto de la izquierda

Se nos va 2016 como arena entre los dedos y ya tenemos enfrente dos años políticos cruciales: 2017 y 2018. Años de elecciones trascendentes: la del Estado de México el año próximo y la presidencial el que le sigue.
  Si este fuese un país más o menos normal, uno podría preguntarse cuál será el papel de la izquierda ante el reto de ambas anualidades. Sin embargo, como lo-nuestro-lo-nuestro no es la normalidad, lo primero que habría que preguntarse es si en México existe aún eso que durante el siglo pasado conocíamos como “la izquierda”.
  Desde mi punto de vista, el pensamiento de gauche se diluyó aquí desde hace mucho tiempo, en aras del oportunismo, el eclecticismo y el pragmatismo más aberrantes. Lo que hay es una serie de organizaciones confusas, obtusas y difusas que navegan como izquierdistas, aunque carezcan de ideología o cuando menos de principios más o menos definidos.
  ¿Es de izquierda el Partido de la Revolución Democrática? ¿Es de izquierda Morena? ¿Lo son Movimiento Ciudadano o el Partido del Trabajo? ¿Es de izquierda la CNTE o lo son quienes se aprovechan de la palabra Ayotzinapa para medrar con ella? Yo no veo un pensamiento medianamente progresista en una sola de esas organizaciones y desorganizaciones. El PRD es una serie de tribus en constante pugna interna. Morena es la caja chica y la caja grande de un solo individuo mesiánico, obsesionado por la presidencia de la república. El MC y el PT son dos chistes que se cuentan solos. La CNTE es un grupo de presión en busca de canonjías, ya no digamos los ayotzis.
  ¿Qué puede ofrecer esa “izquierda” para los procesos electorales del 17 y el 18? Aparte de demagogia, gritería, palabras huecas y promesas vanas, no encuentro alguna propuesta política real, un verdadero programa de gobierno, ni siquiera en el plan de 50 puntos que propuso AMLO recientemente. 
  Inanición política. Eso es lo que se vislumbra en la autodenominada izquierda. Triste panorama. Un horizonte lamentable y grotesco.

(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio)

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