sábado, 10 de diciembre de 2016

La lista negra

Poco después de las elecciones presidenciales de 2006, se corrió el rumor (al parecer bastante fundamentado) de que el derrotado candidato del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, tenía una lista  negra de periodistas (básicamente columnistas de opinión) a quienes consideraba enemigos y contra los que tenía preparadas algunas medidas en caso de haber llegado a la primera magistratura, cosa que no sucedió. En qué consistían dichas medidas, no es difícil imaginarlo. No obstante, algunos pensamos que quizá la famosa lista no era sino un mito, una leyenda urbana.
  Hoy sin embargo y quizá como un desliz involuntario, López ha admitido la existencia de tal relación de periodistas. Lo dijo literalmente durante la entrevista que en días recientes le hiciera Carlos Loret de Mola en su noticiario. Esto fue lo que comentó el inefable Peje: “Yo estoy convertido desde hace algunos años en una industria. Viven de atacarme muchos periodistas. Tengo una lista. Soy cliente asiduo. Permanentemente me están atacando y les pagan por eso, por atacarme”.
  Ya el miércoles pasado, en su columna de Milenio, Gil Gamés había mencionado el tema y bromeaba al preguntar en dónde está la ventanilla de los pagos para quienes solemos criticar al jefe máximo de Morena. Lo mismo pregunto yo y al igual que Gamés, externo mi preocupación ante lo que podría ser una amenaza velada contra la libertad de expresión, si en 2018 AMLO llega a ganar las elecciones. Es cierto que matizó al decir: “Sí, soy muy cuestionado, muy criticado y soy demócrata. No creo en el pensamiento único. No soy autoritario. Creo que tiene que haber la crítica y que tiene que haber la pluralidad. Tenemos que diferir. Esa es la democracia y siempre lo he practicado. No odio, soy feliz”.
  Pero ya conocemos sus cambios radicales del amor bondadoso a la rabia mesiánica. ¿Reprimiría a la prensa crítica desde la presidencia? Por lo pronto, la lista negra sí existe. ¿Gulag tabasqueño a la vista?

(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)

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