miércoles, 28 de diciembre de 2016
Hoy hace un cuarto de siglo...
Se llamaba Juan García, el nombre más común entre los nombres. Juan Rubén García Ayala, nacido en Mixcoac, DF, el 2 de enero de 1921. Hijo de Emiliano Celso García Estrella -Diputado Constituyente por el Quinto Distrito del Estado de Sinaloa, en la legislatura que en 1917, en la ciudad de Querétaro, que nos dio la actual Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos- y de Guadalupe Ayala de García –una mujer de gran temperamento, con un carácter idéntico al de la Sara García de "Los tres García". Emiliano y Guadalupe, ambos oriundos de El Fuerte, Sinaloa, fueron mis abuelos paternos; Juan, su segundo hijo, fue mi padre. Exactamente hoy, 28 de diciembre, se cumplen 25 inviernos de su fallecimiento, acaecido en 1991, cuando le faltaban cinco días para cumplir setenta y un años de edad. Murió de diabetes, luego de una penosa agonía. Pienso que si hubiera tenido la voluntad de cuidarse, quizás aún estaría físicamente entre nosotros o cuando menos habría vivido varios años más. Pero fue un hombre que gozó amplimente de su vida; tal vez con cierta irresponsabilidad bohemia, pero la supo disfrutar a plenitud, salvo quizá los dos últimos años, cuando la enfermedad lo alcanzó de lleno y lo hizo sufrir en demasía. Hoy no sólo lo recuerdo con profundo amor y alegre nostalgia, sino que lo percibo muy cerca de mí. En verdad, siento que mi papá, en espíritu, me acompaña, me protege, me ayuda, y esto lo vengo sintiendo desde hace al menos una década. Te saludo y te recuerdo, papá.
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