sábado, 16 de octubre de 2010

¿… y a nosotros quién nos saca del hoyo?


El rescate de los 33 mineros chilenos en el desierto de Atacama ha despertado toda clase de reacciones en México, desde las más conmovidas y cursis hasta las más amargas y desconfiadas. Lo que para unos fue un acto de vida, solidaridad y humanismo de los que ya pocas veces se ven en este mundo, para otros sólo fue un vulgar espectáculo mediático aprovechado con fines políticos y comerciales. Me parece que, como suele suceder, la realidad se encuentra en el justo medio.
Cierto es que el presidente Piñera aprovechó los hechos para estar en primera fila, con su esposa a un lado, y que eso le significó una proyección a nivel internacional que no habría conseguido de otro modo ni en el más guajiro de sus sueños húmedos, pero… ¿no fue esa una de las cosas que se le reprocharon aquí al entonces presidente Fox, cuando la tragedia en la mina de Pasta de Conchos: que no hubiera hecho acto de presencia para tratar de salvar a los mineros atrapados o al menos recuperar sus cadáveres? Vale, Piñera se promovió y sus bonos subieron, pero su imagen fue la de un mandatario preocupado por su gente y a la cabeza del rescate, aunque el mismo tuviese tintes de reality show.
Creo que en el salvamento de esos 33 hombres pesa mucho más lo positivo, ya que en este mundo resultan cada vez menos frecuentes este tipo de acciones que, de uno u otro modo, nos hacen pensar que no todo está perdido entre los seres humanos.
Ya en plan comparativo, Chile le acaba de dar otra lección a México, como las que nos ha dado a nivel de democracia (la ex presidenta socialista Michelle Bachelet entregó el gobierno al hoy ocupante del Palacio de la Moneda, un derechista, sin mayores aspavientos) y no digamos de manejo de la economía.
En medio de la terrible situación general en la que estamos sumidos desde hace tantos años, ¿no habría forma de que los chilenos nos mandaran una macro cápsula Fénix para sacarnos del hoyo? Podríamos retribuirles con el nombramiento de Carlos Reinoso como director técnico de la selección mexicana.
¿Cómo ven?

1 comentario:

Antonio Martínez dijo...

De verdad: ¿Quién entiende a los mexicanos?