Al lado de
músicos de la viejísima guardia del rock nacional (como Baltasar Mena, Lalo
Toral, Renato López, Ángel “El Cartucho” Miranda y otros), Arana concibió a un
grupo que tomaba canciones conocidas (desde “Be Bop A Lula” hasta algunas de
Bob Dylan) para ponerles letras llenas de humor, ironía y crítica social. De
ese modo surgieron temas tan jocosos como “Me siento Beethoven”, “Ballena
azul”, “Viva la gula”, “El delfín”, “Ya vas Barrabás”, “El repartidor” y muchos
más, contenidos en varios discos de larga duración.
Pero
Federico Arana no es sólo un estupendo músico y compositor, también es un grande
y prolífico escritor. Con un estilo igualmente sarcástico, es el autor de ese
libro clásico que es Guaraches de ante azul, una sensacional y documentadísima
historia crítica del rock hecho en México. Pero también es novelista (Las
jiras, Yo mariachi, Delgadina), cuentista (Enciclopedia de latinoamericana
omnisciencia), ensayista (La música dizque folclórica, Roqueros y folcloroides,
Comer insectos) y hasta ha publicado libros científicos, ya que es un eminente
biólogo (Método experimental para principiantes, Ecología para principiantes,
Fundamentos de biología). Por si fuera poco, es dramaturgo (Huitzilopochtli vs.
Los rocanroleros de la noche) y hasta caricaturista (con su genial personaje
Ornitóteles, el pájaro filósofo).
Este
multifacético personaje nacido en Tizayuca, Hidalgo, en 1942, será homenajeado
el próximo viernes 13 de julio, a las 18:00 horas, en el Centro Cultural del
Ferrocarril de la ciudad de Pachuca. No sólo habrá una mesa redonda en su
honor, sino que el maestro tocará con Naftalina para deleite del respetable.
Sin duda será todo un agasajo.
*Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección Hey! de Milenio Diario.
*Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección Hey! de Milenio Diario.
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