sábado, 7 de julio de 2012

El doble triunfo de la izquierda*

Estoy convencido de que el pasado domingo 1 de julio resultó altamente positivo para la izquierda mexicana y que obtuvo sobre todo dos triunfos que le pueden significar el dar un paso tan grande como decisivo para su historia. El primer triunfo es el de Miguel Ángel Mancera a la jefatura de gobierno del Distrito Federal, con unos números tan impresionantes como indiscutibles. El segundo triunfo es paradójico, ya que me refiero a la derrota de Andrés Manuel López Obrador en su doble y frustrado intento por alcanzar la presidencia de la república.
  Quiero dejar en claro que, al hablar de la izquierda mexicana, me refiero a aquella de tendencias democráticas, moderadas, globales, modernas y liberales, es decir, de franca izquierda. Con la victoria de Mancera y el fracaso de López Obrador, esa izquierda se encuentra frente a la extraordinaria oportunidad de tomar el control de su partido más importante y fuerte, el de la Revolución Democrática, y con un nuevo liderazgo llevar a este organismo a posiciones constructivas que redunden no sólo en su propio beneficio sino en el del país entero.
  A México le urge una izquierda de este tipo. De hecho, ya existe y ha demostrado su eficacia institucional a lo largo de los más recientes seis años. Es hora de que tome las riendas del PRD y se deshaga de los lastres (Roger Bartra dixit) que la mantienen en la trampa sin salida de caudillismo, el autoritarismo y la autocracia, con visiones políticas y sociales arcaicas que van a contrapelo de la historia y la alejan cada vez más del verdadero izquierdismo.
  Una vez que las aguas post electorales se serenen (lo sé, esa fecha en esos momentos resulta por demás incierta), personajes como el propio Mancera, Marcelo Ebrard, Graco Ramírez, Carlos Navarrete y muchos otros contarán con el enorme capital político que representa la capital política y si al fin le pierden el miedo al tigre de papel que les gruñe cada vez que no lo obedecen, seguramente el PRD se convertirá en un partido democrático y realmente progresista.
  Ojalá sepan sacar provecho de esta doble victoria.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

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