Ayer sábado, mi hermano Jorge hubiera cumplido cincuenta y dos años de edad. Debería haberlo hecho, si se hubiese cuidado más, pero ya nada se puede hacer al respecto, a casi cinco años y medio de que se nos fue. Quise recordarlo en este domingo gris y lluvioso. Duele que no se encuentre físicamente entre nosotros, aunque sé que sigue cuidando de nuestra mamá. Abrazos, Georgie
boy, en donde quiera que estés.
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