Toda una aventura la de ayer en el centro histórico. Mi hijo Alain está cumpliendo 15 años como DF y 34 de vida (los cumple el día 15) y para ello organizó una fiesta de música electrónica en Terraza Catedral, un lugar que está en la parte alta del Hostel Mundo Joven, en la calle de Guatemala del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Me lancé con P a las ocho de la noche, con la idea de llegar a buena hora a la celebración, donde también tocaría mi hijo Jan. Todo saldría mal. Taxi al Metro Nativitas, metro hasta la estación Allende (todo tranquilo hasta ahí, aunque P se puso a cantar en el vagón e hizo que me pusiera rojísimo, lo cual le pareció la mar de divertido). El problema fue ya una vez en la superficie. Resulta que en el Zócalo había un concierto de Alejandro Fernández y todas las entradas estaban copadas por la policía para no permitir el paso. Lo intentamos por varios retener y el resultado fue siempre el mismo: "no se puede pasar". P incluso discutió con un "oficial" que se puso bravito y ella terminí sacándole la lengua. Luego de muchos intentos que nos llevaron como una hora de caminar de aquí para allá inútilmente (y ella iba con zapatos de tacón y guapísima) y de estar en contacto con Alain por el celular, terminamos por desistir y nos metimos a cenar al Café de Tacuba, lugar especial porque aparece en una escena de mi más reciente novela y uno de los personajes se llama precisamente P.
Todo parecía mejorar, cuando ella se dio cuenta de que no traía su teléfono. Terrible cosa. Especulamos y lo más probable es que se le haya caído en el taxi que nos llevó al metro. Pero lo tomó con filosofía y pudimos disfrutar de la cena. Regresamos en metro y al salir a la superficie, en Insurgentes Sur y Felix Cuevas, caía un aguacero. Mojados, tomamos en metrobús un par de estaciones y llegamos a casa de no muy buen humor.
En fin, una noche no del todo buena (la foto es del evento al que no pudimos llegar).
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