Confieso que no los conocía. Jamás había escuchado hablar de ellos. Miento, mi amiga, la fotógrafa Val Zepp, me los había recomendado hace un par de años, pero no hice mucho caso y no los busqué para oír su música. Terminé por olvidarlos. De pronto, se anunció que Rival Sons sería el grupo abridor en el concierto de Black Sabbath que se llevó a cabo en el Foro Sol el pasado día 16 de noviembre.
Mi amiga Val los mencionó en su página de Facebook y los recomendó como (cito de memoria) “el grupo que siempre busqué que pudiera continuar con mi pasión por Led Zeppelin”. Fue entonces que al fin me puse a buscarlos en internet y le di las gracias a Valeria por el tip. “Ya te los había recomendado hace mucho y ni caso me hiciste”, me reclamó con gran razón.
No pude verlos en su presentación telonera del jueves, pero sí me puse a escuchar sus cinco discos (Before the Fire, 2009; Pressure & Time, 2011; Head Down, 2012; Great Eastern Valkyrie, 2014; Hollow Bones, 2016) y me llevé una gratísima sorpresa.
All Music los define como una agrupación de Los Ángeles que resucita el rock clásico y que evoca el sonido rockblusero de, sí, Led Zeppelin y The Black Crowes. No le falta razón al sitio especializado en música y si bien concuerdo con éste, creo que Rival Sons posee una personalidad propia y que sus cuatro integrantes consiguen una propuesta a la vez poderosa y refrescante, con momentos muy interesantes y estremecedores.
Su más reciente álbum, Hollow Bones, es quizá la mejor y más depurada muestra de la calidad musical de este cuarteto fundado en 2008 y conformado por el cantante Jay Buchanan, el guitarrista Scott Holiday, el bajista Dave Beste y el baterista Mike Miley. Se trata de una colección de apenas nueve canciones, ocho propias y un sensacional cover de “Black Coffee” de Humble Pie, grupo con el cual también tienen muchos puntos de contacto.
Una estupenda y muy recomendable sorpresa la de estos Hijos Rivales, a los que bien vale la pena prestar oídos y atención.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario