Aunque parte de una premisa poco creíble (el que en una oficina bancaria aparezcan entre los empleados constantes anónimos con la leyenda "¡Cuidado"", lo cual crea una paranoia colectiva que lleva a algunos a quitarse la vida), la novela de Ignacio Solares Anónimo (Lecturas Mexicanas, 1979) tiene la virtud de la amenidad y la capacidad de atrapar al lector desde sus primeras páginas.
Estructurada como dos historias que corren paralelas, hasta juntarse y entrecruzarse en alguna parte del libro, el relato de Solares acude al suspense y el surrealismo (un hombre aparece súbitamente en el cuerpo de otro) para mantenernos intrigados a lo largo de más de doscientas páginas sin que decaiga el interés y el ansia de saber en qué va a terminar todo (aunque quizás el desenlace sea un poco menor a la expectación creada).
Escrito con un estilo sencillo y claro, con una velocidad que convierte a la lectura en algo entretenido y con ciertas dosis de humor negro, Anónimo no es precisamente una novela gótica (como se le califica en la contraportada del volumen), pero sí plantea ideas sobre la vida después de la muerte y algunos otros elementos metafísicos.
Tercera novela de Solares (México, 1945), Anónimo es más que un divertimento, aunque a mi modo de ver no le alcanza para ser considerada dentro de la gran literatura mexicana. Con todo, muy recomendable.
1 comentario:
Ésta es una novela que me dejó inquieto por un buen rato, creo que la leí cuando tenía como 17 años. Buenísima...
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