Hotel Valentine (Chimera Music, 2014) nada le pide a sus dos antecesores, los estupendos Viva! La Woman y Stereo Type A, de 1996 y 1999 respectivamente (algunos recordarán tal vez aquellos grandes temas noventeros que fueron “Sugar Water”, “Moonchild”, “Spoon” o “Sci-Fi Wasabi”). Honda y Hatori idearon esta vez una obra conceptual, en la que todas las canciones giran alrededor de ese hotel Valentine en donde habita una mujer fantasma que lo observa todo y reflexiona acerca de ello.
Diez son los temas que conforman este plato y ninguno de ellos tiene desperdicio. Cibo Matto se muestra en plena forma, como si el dúo jamás se hubiese separado y como si esos quince años de ausencia se redujeran a unos cuantos meses. Desde el corte inicial, el contagioso y contundente “Check In”, nos encontramos con que el ingreso a ese hotel musical nos está permitido de la mejor manera y que cuando nuestra estancia termine y abandonemos el lugar con la culminante y serena “Check Out” como precioso fondo, saldremos plenamente satisfechos de la aventura ahí vivida y, sobre todo, escuchada.
Pero las otras ocho piezas resultan igualmente espléndidas y suntuosas. Como la acariciante y sensual “Déjà Vu”, con algunos ecos de Janelle Monáe, o la funkie y bailable “10th Floor Ghost Girl”, que nos remite a los Talking Heads y Tom Tom Club. Lo mismo puede decirse de la hiperquinética “Emerald Tuesday”, la electroclashera “MFN” (¿se acuerdan de Peaches?), la trip-hopera “Hotel Valentine”, la tranquila y atmosférica “Empty Pool”, la más experimental “Lobby” y la divertidísima y juguetona “Housekeeping”.
Lo dicho, un disco suculento.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario).
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