jueves, 12 de noviembre de 2015

Led Zeppelin II

Grabado prácticamente al vapor y en condiciones muy poco propicias, en medio de la primera gira del grupo por los Estados Unidos, el segundo opus de Led Zeppelin (Atlantic, 1969) resultó, a pesar de los pesares, no sólo una obra maestra del rock duro sino una de las piedras fundacionales del heavy metal. Tan bluesero y pesado como su antecesor, Led Zeppelin II significó sin embargo un avance, pues contiene una mayor sofisticación y no sólo en las canciones semiacústicas (la preciosa “Thank You”, la emotiva “Ramble On”, la sensual “What Is and What Should Never Be)”, sino también en los cortes de riffs agresivos (el premetalero “Heartbreaker”, el movidísimo “Living Loving Maid [She's Just a Woman]”) o en los esplendidos blueses (el cachondo “The Lemon Song”, el cover fantástico a “Bring It on Home” de Willie Dixon). Sin embargo, fueron dos temas en especial los que más trascendieron de este disco. Primeramente, el restallante “Whole Lotta Love”, con su seco e inconfundible riff de cinco notas. “Mucho amor” (como se conoció en México) era en realidad una composición de Willie Dixon, pero el zepelín lo retomó un tanto a la mala y lo grabó sin la autoría respectiva y con el crédito de Bonham, Jones, Page y Plant. Posteriormente, una demanda haría que el apellido Dixon fuese incluido al lado de los otros cuatro (algo que aconteció de igual manera con “Bring It on Home”). Problemas legales aparte, “Whole Lotta Love” es pieza clave en la trayectoria de Led Zeppelin, en especial por la parte intermedia, un coctel de efectos de sonido que en algo recordaba las experimentaciones de los Beatles en “Revolution No. 9”. Por otra parte, “Moby Dick” llevó a John Bonham a los primeros planos, con el impresionante solo que lo convertiría en uno de los bateristas más respetados de la historia del rock. Sin poseer la frescura y el eclecticismo del primer disco, Led Zeppelin II fue más influyente para los jóvenes músicos que en los setenta irrumpirían en la escena del hard rock en general y del metal en particular.

(Reseña que escribí para el especial de La Mosca No. 6, dedicado a Led Zeppelin y aparecido en noviembre de 2003)

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