En una reciente entrevista, publicada en “El ángel exterminador” de Milenio, al hablar sobre los temas del más reciente disco de La Barranca, su fundador y líder, José Manuel Aguilera, me comentó que “quizás a estas canciones se les pueda encontrar equivalentes con otras que he hecho; sin embargo, creo que las maneras son nuevas. Hay otro tipo de construcciones formales, otros procesos de composición, otras búsquedas respecto a cómo decir las cosas”.
Y es que desde su primer disco, el legendario El fuego de la noche (1996), La Barranca propuso un estilo propio y muy personal (no es un secreto que el grupo es idea de Aguilera y que los muchos músicos que han pasado por el mismo han sido colaboradores de las composiciones de este estupendo autor). La Barranca siempre suena a lo mismo, pero nunca suena igual y esa es una de sus mayores virtudes: haber encontrado un sonido único y singular y evolucionar a partir del mismo, cada vez con mayor calidad y mayor finura.
Lo eterno (Fonarte, 2018) es el nombre del más reciente álbum de la agrupación. Se trata de un trabajo impactante, con canciones que pueden contarse entre las mejores que ha escrito José Manuel, tanto desde el punto de vista musical como desde el poético.
Con un grupo de virtuosos músicos que incluye el extraordinario y expresivo piano de Yann Zaragoza, esta colección de once temas nos mete de lleno en las atmósferas al mismo tiempo oscuras y luminosas a las que nos tienen acostumbrados Aguilera y su polifacética guitarra, pero adentrándonos en territorios que desconocíamos y que nos llevan a viajar por parajes mágicos y misteriosos con nombres como “Brecha”, “Ceiba”, “Astronomía”, “Manos”, “Escarabajo” o “Lo eterno”. Pero si hay una pieza perfecta esa es “Cuervos”, síntesis acabada de toda la obra de José Manuel Aguilera. Una canción tan abrumadora y sublime como interminablemente profunda.
Lo eterno es uno de los grandes discos del que desde hace mucho (y por mucho) es el mejor grupo mexicano de rock. Son ya 22 años de gran música.
(Publicado el día de hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)
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