Fue increíble. Nadie lo esperaba. Ni siquiera un empate estaba dentro de los pronósticos. Sin embargo, la selección mexicana dio uno de los mejores partidos de su historia y logró vencer a la poderosa (aunque hoy inefectiva) selección de Alemania, con un gran gol en veloz contragolpe del Chucky Lozano.
Fue emocionantísimo. Lo vi solo, aquí en la casa, y pegué un grito al momento de la anotación. Osorio cayó las bocas de sus críticos con un planteamiento perfecto que sus muchachos llevaron a cabo al pie de la letra. Un encuentro inolvidable. El Mundial de Rusia empieza con el pie derecho para México. Ahora sigue Corea del Sur, el próximo sábado. A ver qué pasa.
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