viernes, 17 de agosto de 2018

Para dártelas de entendido en rock (74)

Pocos lo saben, pero Neil Young es muy aficionado al modelismo ferroviario y los trenes eléctricos. Es una pasión que en la década de los noventa lo llevó a comprar una parte de la marca de juguetes Lionel Trains y a inventar varios dispositivos de control remoto para los trenes de juguete.
  Entre sus inventos más notables destaca un dispositivo que desarrolló para que su hijo Ben, discapacitado por una parálisis cerebral, pudiera controlar los trenes que circulan por la enorme maqueta que ambos diseñaron y construyeron en el granero de su casa. En ese lugar, padre e hijo pasan las horas muertas ampliando el recorrido de los trenes con nuevos paisajes o acomodando las vitrinas con las piezas más valiosas de su gran colección de locomotoras.
  Aparte de estrechar los lazos entre ambos, esta actividad sirve al cantante a manera de terapia. Así lo explica en su autobiografía Waging Heavy Peace: A Hippie Dream: "Recuerdo que un día, David Crosby y Graham Nash me visitaron en el granero durante la grabación del álbum American Dream y cuando David vio mis trenes, miró a Graham como diciendo: ‘Este tipo está como una loco como una cabra. ¡Qué obsesionado!’. Yo sólo me encogí de hombros. Lo necesito, me mantiene cuerdo. Para mí es un camino de vuelta”.
  El gran Neil Young.

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