viernes, 31 de agosto de 2018
Para dártelas de entendido en rock (76)
Sucedió en 1999, en el pequeño aeropuerto de Gloucestershire, Inglaterra. En ese lugar casualmente descubrieron una manera muy efectiva para deshacerse de los pájaros
que ocupaban las pistas de aterrizaje y ponían en peligro a los aviones. Un bombero de aquel puerto aéreo tuvo la ocurrencia de hacer más ameno su trabajo (y según él, el de los demás) poniendo un poco de música. Por medio del sistema de sonido local hizo sonar un disco de Tina Turner, su cantante favorita, y sucedió lo impensable: en
cuanto se escuchó la rasposa y agresiva voz de la intérprete nacida en Tennessee, las aves
huyeron despavoridas. "Los pájaros realmente odian a Tina Turner”, comentaría después, con cierta desolación, Ron Johnson, el melómano bombero, cuando la prensa se hizo
eco de su imvoluntario descubrimiento.
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