sábado, 2 de agosto de 2008

Ahí viene el lobo*



“Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está”

Ronda infantil.

Un lobo al que todos daban por muerto hace ocho y hace dos años. Un lobo lleno de mañas, astucia, malicia y maquiavelismo. Un lobo viejo pero malevolamente sabio. Un lobo feroz, implacable, impío, pero paciente, sagaz, discreto. Es un lobo de tres colores, un lobo tricolor, un lobo que sabe mantenerse al centro de las cosas cuando éstas tienden a alejarse hacia los extremos. Un lobo que sabe a la perfección que esas cosas que parecen irse hacia el confín derecho o hacia el confín izquierdo, al final acaban por regresar a su origen, a su núcleo, a su eje. Un lobo avisado, taimado, que no cree en lo centrífugo sino en lo que se concentra en una sola voluntad para dar el golpe definitivo en el instante preciso.
Cada vez escucho a más gente decepcionada de los panistas (el gobierno de Vicente Fox fue devastadoramente desanimante), cada vez escucho a más gente desengañada de los perredistas (la actitud del ala radical de nuestra izquierda reaccionaria la sume cada vez más en la autodestrucción), cada vez escucho a más gente que afirma sin dudar que en el 2009 y en el 2012 va a votar por el PRI.
¿Nostalgia por el paternalismo? ¿Añoranza de tiempos igualmente corruptos pero en apariencia más plenos de certeza y estabilidad? ¿Afán por el retorno de los brujos ante el fracaso de sus aprendices? No lo sé, pero mi percepción es que cada día hay más mexicanos que quisieran regresar a los años de la dictadura perfecta, cuando papá gobierno se hacía cargo de todo, de premiarnos y castigarnos, de darnos palmaditas de aliento cuando nos portábamos bien y azotes severos cuando nos portábamos mal.
Sí, ahí viene el lobo. Un lobo que nunca se fue del todo y que sólo permaneció agazapado, al acecho de tiempos propicios para recobrar los territorios que le fueron arrebatados. Parece un cuento de Charles Perrault o una fábula de La Fontaine, pero es una realidad tan factible como lo son todas las vueltas delirantes que da la historia.
Lobo, ¿estás ahí…?

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

1 comentario:

Cuauhtémoc X dijo...

A que mi huguiño. pues si nunca se fue. Nuestras delirantes anhelos democráticos fueron bien apasiguados por la 'alternancia' o no el que mandaba en los dineros en el sexenio pasado era priísta, o Manlio Fabio no era el diputado mayor tricolor y nada más acaba de mudarse al senado y la 'dictadura perfecta' este año va ya por sus 80noviembres en buena parte de los estados y muncipios, así que el lobo ahí estaba.

Y ya ni se diga de los partidos políticos en méxico, pues no las prácticas priístas viven en el prd desde hace un buen rato, quizá desde su inicio. Y el pan zedillista (diódoro, etc.)a poco salió de una organización civil democrática, y ni se diga del panal que hizo una selección de lo mejor del pri, un montón de borregos de la enseñanza, o qué decir de las recién balconeadas prácticas de Begne en la minúscula izquierda dizque progresista, que del rincón y el mercado no pasaba, no las creo salidas de una sesuda propuesta po`lítica salidal del Colmex.
Y por supuesto, qué ha sucedido realmente en las profundidades interiores de los mexicanos,pos creo que nada, esperamos mansamente a que el lobo actúe como lo sabe hacer, para estar tranquilos, y contar con la seguridad de que siempre está alguien queien toma las decisiones por nosotros.

Nadamás que el lobo tiene nueva piel, o es guapísimo, atractivo y muy fashion, o es buscador del diálogo, racional y propositivo. Peña Nieto y Manlio Fabio son sus especímenes más conocidos.

Así que qué triste fue, es y creo seguiorá siendo nuestra realidad política.
No valdría la pena decir democracitititititita.