viernes, 8 de febrero de 2013

Cinco apuestas para 2013 y más allá

Django Django
Los más recientes cuatro o cinco años han sido especialmente prolíficos en el mundo de la música popular, especialmente en los terrenos del rock, y no sólo por la cantidad de proyectos, grupos y solistas que han aparecido en ese tiempo, sino también –o sobre todo– por su calidad artística.
  Muchos músicos debutaron discográficamente en 2012. De ellos, he escogido a cinco agrupaciones en las que veo un futuro prometedor y no sólo el chispazo divino de un efímero golpe de inspiración. Propuestas sólidas y no one hit wonders. He aquí mis cinco apuestas para este 2013 y, esperemos, varios años más.
  –Django Django. Originario de Londres, Inglaterra, este cuarteto, intérprete de lo que algunos denominan como folkatronica (esa extraña e improbable mezcla entre el folk y la electrónica), presenta un sonido muy interesante que remite un poco a The Beta Band, con armonías vocales a la Beach Boys, beats secos, guitarras acústicas, sonidos programados y atmósferas neopsicodélicas. Su álbum debut, el homónimo Django Django (Because Music, 2012), es una joya del art-rock, al mismo tiempo cerebral y divertido, con canciones tan buenas como “Firewater”, “Hail Bop”, “Zumm Zumm”,  “Waveforms”, “Default”, “WOR” y “Life’s a Beach”. Habrá que esperar la prueba de su segundo disco.
  –Divine Fits. Si bien sus integrantes no son precisamente jóvenes debutantes, el proyecto de Divine Fits es una novedad, una propuesta conformada por músicos de cierta experiencia, como Britt Daniel (Spoon), Sam Brown (New Bomb Turks) y Dan Boeckner (Wolf Parade y Handsome Furs). Supergrupo indie, como lo han llamado algunos comentaristas, este trío de norteamericanos grabó en agosto pasado su único plato hasta el momento, el estupendo A Thing Called Divine Fits (Merge, 2012). El estilo del grupo le debe mucho al new wave setentero y al synth pop ochentero de la Gran Bretaña, pero con un toque más roquero y, digamos, estadounidense, debido a la mano de Britt Daniel y sus raíces afincadas en Austin, Texas. Esto produce una música que sin ser por completo novedosa, posee un sonido gratamente provocativo, deliciosamente desafiante, tal como podemos constatar en composiciones como “My Love Is Real”, “Flaggin a Ride”, “What Gets You Alone” o “Would That Not Be Nice”. Un gran trabajo.
  –Alt J. Una de las agrupaciones cuyo nombre más corrió de boca en boca a lo largo de 2012 fue Alt-J (su nombre se debe a que, supuestamente, en las computadoras Mac, al apretar las teclas Alt y J aparece un triángulo equilátero). Favorito de muchos escuchas del sector alternativo (o indie o heterodoxo o como se le quiera llamar), este cuarteto inglés, formado en 2008 por cuatro estudiantes de arte de la Universidad de Leeds, ha sido comparado con bandas tan disímbolas como Hot Chip o Coldplay. No obstante, en su álbum debut, An Awesome Wave (Infectious, 2012), muestra un estilo mucho más singular que toma elementos lo mismo del folk y el rock pop que del llamado post rock, con temas que de pronto rayan la parodia y vocalizaciones que uno no sabe si tomar en serio o en broma. Como sea, es una propuesta de la que podemos esperar mucho en adelante.
  –Poliça. Con un sonido que mucho le debe al trip-hop, este quinteto de Minneapolis, Minnesota, tiene una formación extraña, constituida por dos bateristas, un bajista y una cantante que maneja como pocos el efecto Auto-Tune y cuya voz recuerda lo mismo a Sarah McLachlan que a Beth Gibbons. Elementos acústicos y electrónicos se funden en canciones de atmósferas que van del hip-hop al dream-pop y del jazz al dub-reggae y que en su primer disco, Give You the Ghost (Mom & Pop Music, 2012) nos envuelven en ambientes hipnóticos de gran belleza y misterio. Toda una revelación.
  –Allo Darlin’. Proveniente de Londres, este grupo hace un muy fino y grato rock pop con aires sesenteros de orientación californiana. Sus guitarras recuerdan a The Byrds y sus melodías remiten de pronto a los escoceses Belle & Sebastian, Allo Darlin’ tiene como front woman a la bella vocalista australiana Elizabeth Morris, quien da al sonido del cuarteto un contagioso toque optimista y luminoso. Aunque en 2010 grabaron un primer disco, éste no trascendió del modo como lo hizo Europe (Slumberland, 2012), su segundo opus, en el que la agrupación despliega el swing de su sección rítmica, el jangling guitarrístico y las melodías deliciosamente entonadas por Morris, quien en algunas piezas toca el ukulele, instrumento que le diera un sello tan particular a su primer trabajo.
  Cinco grupos que prometen crecer y seguir haciendo muy buena música. Esperemos que así sea.

(Publicado este mes en la revista Nexos No. 422)

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