(Un poco de casualidad, me topé con este artículo que escribí en septiembre de 2010 y que me pareció muy ad hoc para reproducir ahora que estamos viviendo los desmadres de la CNTE y la reforma educativa, además de que refleja algunos aspectos de lo que pasaba hace apenas tres años, aunque parezcan diez o más).
¡La clase farandulera ha regresado por sus fueros! De ello no cabe la menor duda, como lo demuestra una maravillosa declaración de ese inefable personaje que es el cantante (es un decir) Cristian Castro.
El famoso intérprete de “El gallito feliz” llegaba de algún viaje cuando, como de costumbre, fue abordado por los simpáticos chicos de la prensa y a uno de ellos se le ocurrió preguntarle algo poco habitual y que resultó un verdadero torito:
-Cristian, ¿cuáles son tus héroes favoritos del Bicentenario?
Acostumbrado a otra clase de cuestionamientos, mucho más frívolos y superficiales, el hijo del Loco Valdés y de la Vero Castro se quedó de a seis, balbuceó unos segundos y lo único que atinó a responder fue algo así como “pues… del Bicentenario… este… admiro a… al gran Octavio Paz… y… ¿cómo se llama?… a esa chica… De la Cruz…”.
Obvio que fue un osazo del tamaño de los doscientos años que nos separan del inicio de la guerra de Independencia y más atronador que la campana de Dolores o los cañonazos de la Batalla de Celaya, pero si somos justos, ¿cuántos de los reporteros y reporteras que en ese momento rodeaban a Cristian podrían contestar satisfactoriamente a la misma pregunta? Yo creo que muy pocos y hasta me aventuraría a decir que ni uno solo.
Si la ignorancia en México es terrible, la ignorancia sobre nuestra propia historia alcanza ribetes de tragedia. Gracias a una Secretaría de Educación Pública secuestrada desde hace décadas por esa mafia inenarrable que es el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación, el tristemente célebre SNTE que preside la inefable maestra Elba Esther Gordillo, el nivel educativo y cultural de los mexicanos se encuentra por los suelos (y ahí están las estadísticas nacionales e internacionales para demostrarlo). No seamos entonces tan injustos con el pobre de Cristian Castro. Él solamente refleja en sus respuestas una incultura generalizada, producto también de una televisión que se ha convertido a lo largo de decenios en la verdadera (des)educadora de la nación.
Por eso una cancioncita tan insulsa como “El futuro es milenario”, ese dizque huapango escrito por Aleks Syntek y Jaime López, fue elegida como el tema para las celebraciones del Bicentenario, a pesar de ser una tonada sin chiste, perfectamente olvidable, sin raigambre popular alguna.
Con todo, el hecho es que el gremio de la farándula se encuentra de vuelta y para demostrarlo, ahí está también Chelita, la hija de Chela y Alex Lora. La niña al parecer ha sido liberada de todo problema legal y ahora hasta aparece en TV Azteca, en plan de gran estrella, invitada en el programa de ese esperpento mediático llamado Laura Bozzo.
O sea: ¡qué viva el rocanrol! (aunque tenga tufo fujimorista).
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