Aunque durante varios años los Wailers habían grabado una buena cantidad de discos de bajo presupuesto, ya fuese como trío o como banda completa, Catch a Fire (1973) es de hecho su primer álbum en forma, la primera producción realmente profesional de Bob Marley y la primera con la que habría de ser su casa discográfica, la británica Island Records de Chris Blackwell. Y representó todo un éxito, al combinar el reggae puro con elementos de blues, soul, funk y rock.
Se dice que todo en este álbum es seminal, ya que del mismo parte lo que sería el reggae en el futuro y su influencia en la escena rocanrolera de los años setenta en adelante, con grupos como The Clash y The Police, entre varios otros.
Aún con Peter Tosh en la alineación de los Wailers, Catch a Fire debe mucha de su aceptación al trabajo de Blackwell como productor (los arreglos “roqueros” de los temas se deben a él y sin duda ayudaron a hacer el disco más accesible para el público anglosajón). Otro punto que ayudó fue que la canción “Stir It Up” de Bob Marley ya había sido un éxito de popularidad con Johnny Cash y su inclusión hizo que mucha gente se acercara al LP. Pero aunque estupenda, no es la única pieza digna de mención. Otras como “Concrete Jungle” y “Slave Driver” o las dos composiciones de Tosh, “Stop That Train” y “400 Years”, son igualmente buenas.
Temáticamente, las letras de los nueve cortes contienen en su mayoría una posición crítica en contra del colonialismo en Jamaica. Catch a Fire convirtió a Bob Marley, de un solo golpe, en superestrella de la música, algo que sus compañeros Peter Tosh y Bunny Wailer no aceptarían y los llevaría a abandonar al grupo casi de inmediato. No obstante, la grandeza de este álbum permanece incólume a más de treinta años de distancia. Todo un clásico.
(Reseña que escribí para el Especial No. 15 de La Mosca en la Pared, publicado en octubre de 2004)
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