martes, 16 de octubre de 2018

Meddle

He aquí un álbum verdaderamente espléndido que puede ser dividido en dos partes que se diferencian con claridad (lo cual por supuesto resultaba más evidente en el disco original en vinil, con sus caras A y B).
  La primera parte está compuesta por cinco composiciones de muy variados estilos, iniciando con “One of These Days”, tema instrumental de aires épicos que consigue un muy interesante y poderoso clima que va creciendo conforme transcurre, hasta lograr un final apoteósico. “A Pillow of Winds” es una tonada de reiterativos acordes guitarrísticos en contrapunto (a la manera de "Dear Prudence" de los Beatles) y hermosas y nostálgicas vocalizaciones susurrantes. Le sigue “Fearless”, una tranquila melodía cuyo arreglo instrumental recuerda al Jimmy Page de los primeros años ledzeppelinianos y que culmina con los clásicos cánticos de los aficionados al futbol británico. También está “San Tropez”, una divertida y muy placentera tonada que bien podría haber sido escrita por Donovan o por Ray Davies; la pieza incluye un jazzero solo de piano cortesía de Rick Wright.
  El lado A concluye con “Seamus”, curioso y no por ello menos delicioso blues acústico que se ve acompañado por un sardónico coro de perros que ladra y aúlla a lo largo del corte.
  La segunda parte de Meddle (1971), en cambio, está conformada por una sola y larga composición a manera de suite, una especie de jam session de atmósferas cósmicas, rica en variaciones y cambios estructurales, con prolongados bloques sonoros. Se trata de la espléndida "Echoes", la cual prefiguraba ya lo que habría de ser el estilo de Pink Floyd a partir de sus siguientes trabajos discográficos.

(Reseña que escribí para el Especial No. 7 de La Mosca en la Pared, dedicado a Pink Floyd y publicado en enero de 2004)

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