Comparado con sus contrapartes de la triada berlinesca, Lodger (1979) queda como un disco más bien discreto y convencional, con algunas muy buenas composiciones y otras que podrían pasar desapercibidas.
Aquí ya no hay temas instrumentales, aunque Brian Eno siguió trabajando al lado de David Bowie.
Colección de canciones con un muy ligero dejo avant gard, Lodger tiene sus mejores momentos en cortes como “Fantastic Voyage”, “African Night Fly”, “Yassassin (Turkish for: Long Live)”, “Red Money” y, sobre todo, los cortes sexto, séptimo y octavo: “D.J.”, “Look Back in Anger” (nada que ver con Oasis) y “Boys Keep Swinging”.
Un buen disco, pero al fin y al cabo un capítulo menor dentro de la obra discográfica de Bowie.
(Reseña que escribí originalmente para el Especial de La Mosca en la Pared No. 10, dedicado a David Bowie y publicado en abril de 2004)
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