Esta serie pasó por el Canal 11 en 2013, pero la verdad que ni cuenta me di y de casualidad la descubrí hace poco en Netflix, me asomé a verla y me agradó. Se lo comenté a ella y empezamos a verla juntos cada vez que venía a visitarme, hasta que la terminamos hoy en la noche. Nos divirtió mucho a decir verdad.
Alguien más sigue la línea de Soy tu fan, desde el hecho de que la guionista argentina, Constanza Novick (muy buena, por cierto), es la misma. La historia resulta simpática: Arturo (Fernando Álvarez Rebeil), un arquitecto medio yuppie, medio mirrey, medio hipster y medio chairo, treintón, que se mueve en los rumbos de la Condesa, la Roma, Coyoacán y Polanco, se separa -en Londrés- de Irene (Ana Serradilla), su novia mexicana, quien lo abandona para casarse con un DJ inglés. Él se regresa a México, entra a un despacho de arquitectos y se relaciona con Sofía (Eduarda Gurrola), su mejor amiga. Pero tres años después, Irene regresa a México y de ahí parten varias historias paralelas, sobre todo de los amigos y parientes de Arturo.
Las actuaciones son buenas y naturales, el argumento es inteligente, los diálogos ingeniosos, las situaciones divertidas. Realmente una serie que vale la pena ver para pasar un buen rato y en la que destacan otros actores como Paloma Woolrich, Daniel Martínez, Héctor Kotsifakis, Manuel García Rulfo, la preciosa Ximena Romo y la muy simpática Mariana Treviño.
¿La recomiendo? Sí... y ojalá hagan una segunda temporada.
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