Me gustan mucho el estilo y la prosa de Fernando Benítez, tanto en sus libros narrativos (como sus espléndidas novelas El rey viejo y El agua envenenada) como en su monumental Los indios de México (de chavo me leí los cinco tomos completos que tenía en su biblioteca mi hermano Sergio) u obras como En la ruta de Hernán Cortés. Es un autor al que he leído mucho, aunque hasta ahora le entré a su trilogía Lázaro Cárdenas y la revolución mexicana, del cual terminé hoy el tomo II: El caudillismo (aún no leo el primero tomo, referente al porfirismo, y tampoco el tercero, sobre el cardenismo).
Gran libro, claro, conciso y lleno de información. Benítez sigue la vida de Lázaro Cárdenas y su relación con la revolución mexicana, pero no se limita a la cuestión estrictamente biográfica sino que estudia con amplitud los acontecimientos que se fueron sucediendo en el país en esos años. En este caso, la etapa que va del cuartelazo de Victoriano Huerta (1913) a la llegada a la presidencia de Cárdenas (1934). Veintiún años de historia de México relatados con gran pasión pero con absoluta objetividad, con un énfasis muy especial en la etapa del caudillismo de Venustiano Carranza, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. Los huecos que yo tenía respecto a la época del maximato, los llené después de la lectura de este libro y quiero profundizar más en ella. Magnífico libro, los otros dos tomos pronto habré de leerlos también.
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