Si bien aún habría de transcurrir un año para que apareciera un álbum escrito completamente por Jagger y Richards (Aftermath, de 1966), a mi modo de ver, Out of Our Heads (1965, con siete cortes propios y cinco ajenos) posee una mayor trascendencia, al contener dos de los temas más notables en la historia rollingstoniana: los clásicos “The Last Time” y, por supuesto, “(I Can’t Get No) Satisfaction” (con su riff inolvidable y solidamente rocanrolero), además de otras dos maravillas originales: la dulce y folky “Play with Fire” y ese blues sensacional que es “The Spider and the Fly”. Sólo por esas cuatro piezas, el disco vale oro; sin embargo, el mismo trae asimismo algunos covers de música soul de excelente factura como “Mercy, Mercy” (de Don Covay), “Hitch Hike” (de Marvin Gaye), “Cry to Me” y “That's How Strong My Love Is” (de Otis Redding) y “Good Times” (de Sam Cooke).
Respecto a los dos cortes más importantes de Out of Our Heads, “The Last Time” fue su primer éxito mundial de verdadera importancia, gracias a su riff hipnótico y a su intensidad interpretativa, mientras que “Satisfaction” significó su consagración como uno de los grupos más importantes del planeta a mediados de los sesenta (posición que jamás perderían). Tema que anticipa la rebeldía del siguiente lustro así como el descontento nihilista del movimiento punk de quince años más tarde, la canción sigue siendo un hito y posiblemente el tema emblemático por antonomasia de los Stones. Con su imponente riff de guitarra con fuzz (posiblemente el más célebre de la historia del rock), su frase emblemática, la batería de Watts y su estupenda y claridosa letra, cantada en forma por demás sugerente por Jagger, “No puedo obtener satisfacción” es piedra de toque que marcó un antes y un después, no sólo para los Rolling Stones sino para el rock and roll todo.
(Reseña que escribí originalmente para el Especial de La Mosca en la Pared No. 11, dedicado a los Rolling Stones y publicado en mayo de 2004).
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