jueves, 26 de octubre de 2017

20 momentos bochornosos del rockcito nacional


Hay quienes dicen que la historia del rock hecho en México resulta 
bochornosa en sí misma. Veamos cuando menos una veintena de hechos 
                                     que deberían provocarvergüenza, muina y pudor (o risa).

La aparición, en septiembre de 1960, de la abominable (Federico Arana dixit) columna “Rock en español” en la revista Notitas Musicales, cuyo autor era el siniestro diazordacista Víctor Blanco Labra, padre putativo de todos los seudoperiodistas patrioteros que defienden a ultranza al rockcito nacional.

Todas las presentaciones de los grupos del llamado boom del rock mexicano (Caifanes, La Maldita Vecindad, Fobia, etcétera) en Siempre en Domingo, con Raúl Velasco,  justificadas con el falaz argumento: “Pus si los Bitles y los Rolin salían con Ed Sullivan, ¿por qué nosotros no?”.

Cuando en pleno “Festival de Rock y Ruedas” de Avándaro, en septiembre de 1971, por uno de los altavoces de información se dio el siguiente exhorto: “¡Un aplauso para Luis Echeverría que nos va mandar 300 camiones de cincuenta pasajeros para el regreso! ¡A todo dar el chavo ese!”.

Cada vez que el público mexicano (“el mejor del mundo” según algunos) chilla como en un orgasmo cuando cualquier músico extranjero exclama: “¡Mecsicouuuuu…!”.

La falsísima actuación conjunta de Maná y Jaguares en el festival por la Paz, celebrado en el estadio Azteca en 2001 y organizado por Televisa y TV Azteca.

Cuando Enrique Guzmán, César Costa, Alberto Vázquez, Johnny Laboriel y Luis Vivi Hernández dejaron de ser cantantes para convertirse en cómicos (algunos de ellos bastante buenos en ese rubro, hay que reconocerlo).

Cada vez que Alejandro Lora ha gritado “¡Que viva el rocanrol!”, “¡Mamá, prende la grabadora!”, “¡El rocanrol es un deporte, practíquenlo!”, etcétera.

Cuando Laureano Brizuela se autonombró “El ángel del rock” y na-die hi-zo na-da.

La ocasión en la cual Caifanes cantó “La negra Tomasa” con Daniela Romo en un programa nocturno de televisión.

La ocasión en que Botellita de Jerez apareció en Alcanzar una estrella (la telenovela, la obra de teatro y la película) al lado de Angélica Vale y la tocada en el cumpleaños de la misma, en una discoteque, donde el grupo palomeó con integrantes de Timbiriche y Menudo.

El día en que Sergio Villalobos, guitarrista de El Hangar Ambulante, se subió a la azotea de su casa y en pleno viaje de LSD creyó que podía volar, se arrojó al vacío y se hizo puré contra el pavimento.

El día en que Alejandro Lora tomó la composición de Rockdrigo González “El Metro Balderas”, le hizo algunos añadidos a la letra y la grabó con los créditos A. Lora-R. González (en la página oficial de El Tri en internet llegó a aparecer como de A. Lora exclusivamente).

El día en que La Revolución de Emiliano Zapata decidió dejar el rock y cobijarse bajo las seguras y guapachosas faldas de la música tropical y pregrupera, sin saber que estaba siendo un peligroso antecedente para lo que ocurre hoy día en el rockcito nacional.

Cuando a finales de los cincuenta, el periodista (es un decir) mexicano Federico de León inventó que Elvis Presley había declarado que prefería besar a tres negras antes que a una mexicana y desató en nuestro país una oleada amarillista de protestas y boicots en contra del cantante.

El día en que Roberto Jordán decidió usar peinado afro.

Cuando Agustín Lara, Pedro Vargas y Luis Aguilar hicieron el ridículo bailando “música moderna” en la película Los chiflados del rock and roll de José Díaz Morales (1956).

Cuando René Villanueva del grupo Los Folcloristas declaró que las guitarras eléctricas eran instrumentos de penetración del imperialismo yanqui.

La ocasión en que Alex Lora se rompió la boca, luego de que la banda no lo cachara cuando se arrojó con todo y guitarra hacia el público en la Carpa Astros.

Cada vez que Javier Bátiz declara que él le enseñó a tocar la guitarra a Carlos Santana (“Santana se sigue nutriendo de mi música” o “La diferencia con Carlos es que él es un genio musical y yo soy un músico genial”).

La noche en la cual Kinky y Paulina Rubio compartieron el escenario durante la entrega de premios MTV, cantando “I Was Made for Lovin’ You” de Kiss.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y siguen... Qué tal la "actuación" para MTV de Julieta Venegas con Café Tacuba. O Gimme tha power con el dizque cantante de Zoe.

Unknown dijo...

¿Cómo estará el Rock en México que Espinosa Paz parece más roquero que cualquier integrante del rockcito nacional?

Unknown dijo...

Desde que apareció el NO, 1 de la mosca te conocí y fui fiel seguidor hasta el No.100 y ahi termine mi relación con la revista, no obstante continué leyendo a muchos de sus colaboradores en otros medios. Por otra parte en relación a este blog y haciendo referencia a uno de los tantos artículos de la revista el cual mas o menos recuerdo decía: " el rock mexicano no existe" he de decirte que ya lo dejes pasar, porque estas cayendo en lo mismo que el tri ( el mismo discurso solo con cambio de acordes). o es que acaso ¿es para que las "nuevas generaciones los sepan? Saludos y estoy de acuerdo contigo: " el rock mexicano no existe"

Alberto dijo...

Me tocó presenciar, en Playa Palmar en Paraíso Tabasco, un palomazo de La Lupita y Genitallica, Hector le pasó el micrófono a uno de los vocalistas del grupo regiomontano y éste lo rechazo gesticulando que no se sabia la letra de I Was Made For Lovin' You... Lino se le quedó viendo con cara de "juat?!?"; Héctor siguió con el número y los genitallicos se dedicaron a brincotear