Diez años de buena música y de ejercer la más absoluta libertad editorial, de quererte coger a Susy Q. y de soñar con que al Armiados le dan el Nobel. Diez años de reír con las chingaderas de Pepe Návar, de Fedro, de Eusebio y de Garci. Diez años soportando con estoicismo las necedades de Hugo sobre su llamado “rockcito nacional”, los maquinazos de José Agustín y el diseño chingapupilas que solía aplicar la talentosa Yolanda, ex diseñadora de este engendro. Diez años de forjar sobre su amplia portada barnizada los mejores churros y de matar con su resistente consistencia toda clase de insectos molestos, incluidas las moscas, por supuesto. Diez años de verdadero rocanrol.
Fernando Rivera Calderón
*Publicado originalmente en La Mosca No. 82, febrero de 2004, número del décimo aniversario moscoso.
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