Hubo un tiempo en que a las tiendas Aurrerá (hoy Walmart) les dio por fomentar la cultura libresca. Por allá de los años setenta del siglo pasado, en dichos almacenes se vendían colecciones de libros baratos y perfectamente producidos (casi siempre con pasta dura, de fino queratol y bella encuadernación. Para ello, Aurrerá se asociaba con editoriales como Bruguera o Promexa y cada semana aparecía un título literario de primer orden. Recuerdo con especial cariño la colección de literatura mexicana de Promexa o la de literatura universal (no recuerdo de cuál casa editora), esta última dividida en gruesos tomos dedicados a las letras rusas, francesas, españolas, italianas, inglesas y norteamericanas. Una maravilla (aunque para mi desgracia, cuando me divorcié, Rosa se quedó con ambas colecciones que conserva, eso sí, con mucho cariño).
Me parece que la primera colección que apareció, por allá de 1972, fue la de los libros rojos de Bruguera. Yo aún vivía con mis padres, en la calle Magisterio Nacional, de Tlalpan, y mi mamá compraba muchos de los títulos (costaban, si mal no recuerdo, veinte pesos por libro), de los cuales yo me quedé con algunos que siguen conmigo después de más de cuarenta años. Son doce en total (que saqué de mi biblioteca y reuní para tomarles una fotografía con mis discos de vinil como fondo).
Están la recientemente leída Ana Karenina de León Tolstoi, Madame Bovary de Gustave Flaubert, Teatro de Moliere, Fausto de Goethe, El origen de las especies de Charles Darwin, Salambo de Flaubert, Emilio o la educación de Juan Jacobo Rousseau, Cuentos escogidos de Voltaire, Los hermanos Karamazov de Fiodor Dostoiveski, La amenaza de Andrómeda de Michael Crichton. Historias extraordinarias de Edgar Allan Poe y Rojo y negro de Stendhal (el único que no salió en la foto). Los he leído todos (algunos más de una vez), con excepción de los de Darwin y Crichton.
Un pequeño tesoro que guardo y conservo con todo el amor que le tengo a los libros.
1 comentario:
Hola. Estos libros aún los venden en las librerías de lo viejo. Mi padre me legó algunos y yo he tenido a bien comprarlos cada que veo uno en buen estado. Saludos
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