Tal vez sea por la Navidad o por la cercanía con el día de los Inocentes. Tal vez peque yo de esto mismo. Pero en ocasiones me da por soñar que un día la enorme mayoría de los mexicanos nos unimos y dejamos de estarnos dando de palos y de jalarnos las cobijas, que dejamos de ser esos cangrejos de los que suele hablar el tocayo Hugo Sánchez y nos embarcamos en causas comunes como una verdadera cruzada por la educación (nuestro gran problema a mi modo de ver) o un combate real en contra de la pobreza extrema o una lucha frontal para abatir la injusticia o tantas cosas que nos lastiman como país pero que dejamos seguir por defender nuestros propios y muy particulares intereses.
Si uno observa a los políticos, sean del signo que sean, todos dicen profesar un profundo amor por la Patria. Así ha sido históricamente, desde 1821, cuando nos proclamamos independientes. A lo largo del siglo XIX, liberales y conservadores pelearon a muerte y ambos lo hacían en nombre del bienestar de México. Juárez se decía patriota, pero Miramón hacía lo mismo y ambos se acusaban mutuamente de traidores: Miramón era un traidor, decía Juárez, por buscar la protección de Francia: Juárez era un traidor, decía Miramón, por buscar la protección de los Estados Unidos.
Durante la revolución mexicana, todos los bandos afirmaban que lo único que deseaban era el bienestar del país y se mataban unos a otros. Huerta mató a Madero, Carranza eliminó a Zapata, Obregón se encargó de Carranza, Calles despachó a Obregón y así ad infinitum. Todo en nombre del interés superior de la Patria.
¿Será que no hay otra manera de luchar por México que dándonos en la madre los unos a los otros? Hoy mismo y sobre todo desde 2006 en esas también andamos: se profesa el odio, se fomenta la división, se proclama la desconfianza, se capitaliza el rencor. Todo para beneficiar a intereses particulares y en ocasiones hasta personales. “No me importa polarizar a los mexicanos con tal de salirme con la mía”, dice alguno por ahí.
¿Luchar todos juntos por un fin común? Ilusión de día de los Inocentes.
Yes, I have a dream…, a guajiro dream.
Feliz 2016, a pesar de todo.
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)
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