¿Emociones baratas? Si algo tiene este disco debut de Janis Joplin es un caudal de emociones, pero en absoluto son baratas.
Cheap Thrills (Columbia Records) es uno de los álbumes clásicos de 1968, un año históricamente controvertido y clave para el desarrollo del rock. Janis se había hecho de una súbita fama a raíz de su participación, al lado de la banda de San Francisco Big Brother & The Holding Company, en el Festival Monterey Pop de junio de 1967. Desde entonces, la expectación por escuchar a la peculiar intérprete texana se volvió creciente. Ciertamente, la banda y la cantante habían grabado un disco para el sello independiente Mainstream, pero la distribución había sido pésima y parecía obligado que firmaran para una disquera importante.
Pedazo de mi corazón
Fue Columbia la compañía que tuvo el ojo para contratarlos y de ese modo grabaron Cheap Thrills, el cual apareció en agosto de 1968. El acetato causó sensación y tuvo una aceptación inmediata, lo que se reflejó en sus grandes ventas. Un corte del mismo, "Piece of My Heart", llegó a lo alto de las listas de popularidad y reveló al mundo la extraordinaria voz de timbre rasposo y desesperado sentimiento de Janis Joplin, a quien por ello muchos creyeron una cantante negra. Sin embargo, el estilo de Janis era aún más duro y emocional que el de la mayoría de las vocalistas de color, quienes -con algunas excepciones- por esas épocas tendían más a los convencionalismos de la música pop.
"Piece of My Heart" era un cover de una canción de Erma Franklyn (hermana de la gran Aretha), pero en la voz de Joplin alcanzó niveles de excelsitud, al igual que otras dos versiones de temas conocidos como "Summertime" de George Gershwin -con un arreglo de guitarras de Sam Andrews y James Gurley el cual ha trascendido a lo largo de las décadas- y "Ball and Chain" de Big Mama Thornton.
Cheap Thrills es ante todo un disco de blues, pero también es un disco de rock y un disco emblemático de la psicodelia, a pesar de no ser en sentido estricto un disco psicodélico. Esta aparente contradicción se explica por el espíritu de la obra, reflejo de una época en la cual existía una apertura total y en la que todo estaba permitido, una época de experimentación y muy escasos prejuicios. Y ese espíritu se palpa a lo largo de los escasos siete cortes que lo componen. Desde la explosión inicial de "Combination of the Two", pasando por ese blues magnífico que es "I Need Man to Love", las mencionadas maravillas que son "Summertime" y "Piece of My Heart" (con lo que se completa el lado A del vinil), "Turtle Blues" -escrito por Janis Joplin e interpretado con todas las marcas de sus raíces texanas-, la ácida "Oh Sweet Mary" -el más evidente coqueteo del disco con la psicodelia- y la estremecedora "Ball and Chain", otra de las cumbres interpretativas joplinianas.
El gran hermano
Mucho se ha hablado acerca de la superioridad de Janis Joplin con respecto a los grupos que llegaron a acompañarla en sus diferentes discos. Tal vez resulte cierto en los casos de Kosmic Blues y Pearl (grandes obras también, a pesar de todo). No obstante, me parece justo reconsiderar el nivel musical de Big Brother & The Holding Company. En especial de los guitarristas Andrew y Gurley, el primero poseedor de un estilo fino, exquisito, y el segundo dueño de una contrastante fuerza, de un ruidoso ímpetu. La combinación de los dos (valga la alusiva expresión) encajaba a la perfección con los matices vocales de Janis, produciendo algo por completo nuevo y fascinante.
Janis Joplin se separó de Big Brother poco después de aparecer el disco, pero ni ella ni la banda lograron jamás superar lo que hicieron en Cheap Thrills. Es verdad que Janis grabó temas fuera de serie en sus discos posteriores, pero como unidad, como medio de expresión, como evidencia del alma atormentada de la cantante, este álbum es sin duda alguna una obra maestra.
(Reseña que escribí originalmente en la sección "La nueva música clásica" de La Mosca en la Pared No. 50)
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