Nikki Sixx, bajista del grupo Mötley Crüe, fue alguien que llevó los excesos en que suelen caer los rockeros a extremos inauditos y algunas veces realmente asquerosos. Se cuenta que nunca fue muy aseado que digamos y que, durante una de las giras del grupo, aceptó el reto de algunos de sus compañeros para ver cuánto tiempo podía durar sin bañarse y sin ponerse perfumes, lociones o desodorantes y aún así seguir siendo lo suficientemente atractivo como para llevarse groupies a la cama. La marca que impuso fue de dos largos meses de peste y mujeres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario