Leo diversas y disparadas (y en algunos casos disparatadas) reseñas acerca del nuevo disco de Café Tacuba (siempre me he negado a escribir el segundo nombre con “v”) y la gran mayoría de ellas coincide en calificarlo como la octava maravilla del universo (hay quienes –¡lo juro! – llegan a compararlo con Radiohead y hasta con los Beatles, lo cual es un imperdonable despropósito).
Pero en fin: he escuchado El objeto antes llamado disco (Universal, 2012) y lo primero que se me ocurre decir es que no cabe duda de que en tierra de ciegos, el tuerto es rey. En un año en el cual no ha habido un solo buen disco de rock hecho en México, resulta lógico que la reciente obra de Café Tacuba resalte como flor en el bordo de Xochiaca. Pero ya de ahí a decir incluso que es el mejor grupo mexicano de todos los tiempos, me resulta por completo absurdo (¿o es que nunca han oído a La Barranca, a Santa Sabina, a El Personal?).
Estamos ante un álbum medianamente interesante, con una decena de canciones de irregular calidad, cuyos arreglos se basan en el uso de sintetizadores y cajas de ritmos, para ofrecer una obertura mocha y con fallidos falsetes (“Pájaros”), tres temitas intrascendentes (“Andamios”, “Yo busco”, “Tan mal”), una tonada simpática con reminiscencias rítmicas de los concheros de Coyoacán (“Espuma”), una especie de homenaje involuntario (¿o voluntario?) a la escalofriante Tigresa del Oriente (“Olita del altamar”), un aceptable rockcito a la chilena que recuerda a Los Tres (“Aprovéchate”) y tres composiciones realmente buenas: las dramáticas “De este lado del camino” y “Volcán” (ambas con descensos armónicos en tonalidad menor) y el que a mi modo de ver es el mejor corte del disco: “Zopilotes”, un tema muy interesante en su letra y en su música (excelente arreglo à la The xx).
Se dice que con este trabajo Café Tacuba regresa a sus orígenes, mismos que recuerdo como una especie de neo Xochimilcas o de clasemedieros de Ciudad Satélite disfrazados de “inditos”. De ser así, con El objeto antes llamado disco serían de nuevo “inditos”…, pero esta vez con sintetizadores.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de Milenio Diario)
1 comentario:
A mi en un principio no me gustó el disco, a las siguientes dos oídas cambió mi percepción de algunos temas, no todos son buenos pero como tu dices, como que a estos de Café Tacvba de un tiempo para acá se les da mas el hacer ya canciones que tengan atmósferas mas obscuronas y electrónicas que cuando hacen canciones "bailables", buena reseña pero que es eso de compararlo con La Tigresa del Oriente??? eso me hizo la tarde! solo falta un dueto con Delfin Quishpe y Wendy Sulca jojojo, saludos Jiugo.
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