Al fin pude ver Irrational Man, la película de 2015 de Woody Allen, y debo decir que no me gustó del todo. No diré que es la peor obra de Allen (para mí, Casandra's Dream de 2XXX sigue siendo la dueña de ese dudoso honor), pero sí me pareció floja, lenta y hasta exasperante en ciertos momentos.
La premisa de la historia es muy buena y recuerda a joyas como Crimes and Misdemeanors de 1989, Manhattan Murder Mistery de 1993 y Match Point de 2005, pero por alguna razón resultó fallida. Un poco en la idea de Patricia Highsmith de que una persona común y corriente (en este caso Abe Lucas, un profesor universitario neurótico y depresivo que no le encuentra sentido a la vida) puede convertirse en cualquier momento en un asesino, el guión echa a perder todo al tender hacia una actitud moralista que termina con el castigo del "malo". No sé si la edad le ha hecho cambiar su visión de las cosas, pero me extraña que el buen Woody caiga en esa moralina y olvide su saludable y distanciado cinismo habitual.
Muy bien actuada por Joaquin Phoenix (como Abe) y la preciosa Emma Stone (como Jill, la estudiante que se enamora de su maestro y luego se convierte en una irritante piedra en el zapato -irritante no sólo para Abe, sino para el espectador mismo, al menos para mí), además de un excelente cuadro de actores secundarios, entre los que destaca la guapa cuarentona Parker Posey, Irrational Man falla quizá porque no se define entre ser un filme de crímenes o una comedia romántica y no logra fundir ambos géneros. Y es una lástima, porque arranca muy bien y tiene una excelente vuelta de tuerca, pero se derrumba en la segunda mitad, sobre todo en la parte final.
Como leí que escribió un crítico: es como si se tratara de una cinta filmada por un imitador de Woody Allen que tomara todos sus clichés y no supiera resolverla debidamente. Tant pis.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario