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| Bueno, tampoco me veo así, eh. | 
Ayer vinieron un rato Alain y Hallet. Me trajeron una medicina que les encargué y les pasé cuatro ejemplares de la Mosca para que se los den a Liza, la novia de Jan, quien habrá de llevárselas hasta lejanas tierras de Oriente.
Vi mucha tele, leí bastante, dormité por ratos y trabajé un poquitín.
Mugre gripe.
 
 
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