Noche mala, de mucho frío y mal sueño. Me levanté temprano para desayunar con Alonso en el hotel (muy buen buffet en el Marriott) y partir de Torreón a Saltillo por carretera en un carro de la Secretaría de Cultura de Coahuila. Partimos a las diez y media. Dos horas y cuarenta minutos por una carretera de poco tránsito, largas rectas y paisajes desérticos por momentos aridísimos y por momentos de monumentales montañas rocosas. Fue entretenido e ilustrativo, gracias a las explicaciones de Alonso sobre los diferentes sitios. Se me pasó rápido.
Llegamos a Saltillo cerca de la una y media y me instalaron en el hotel Quinta Dorada, muy diferente al Marriott, menos suntuoso pero mucho más acogedor y amable. El cuarto bastante mejor (aquí hay desde secadora del cabello hasta refrigerador y horno de microondas). Las habitaciones dispuestas en dos plantas alrededor de un jardín con alberca (que con el frío del clima nadie usaba cuando llegué). Las comidas serán en un restaurante de comida francesa aledaño al hotel: Pour la France, muy agradable y con muy buen menú. Me dio tiempo de comer (sopa de cebolla y un panini de queso y jamón) y a las tres y media pasó Alonso por mí para llevarme a la sede de la Secretaría de Cultura, en cuyo auditorio Emilio "Indio" Fernández iniciaría yo mi curso "Historia Crítica del rock mexicano". Sólo asistieron seis personas, pero estuvo entretenido y participativo. Vimos lo que fue el rockcito en las décadas de los cincuenta y los sesenta, con cerca de cuarenta ejemplos musicales. El auditorio, muy bonito; lástima que no acudió más gente (me dijeron que eso se debió tal vez a que más tarde iba a presentarse Molotov en la ciudad, dentro del marco del mismo festival Rockoauila). Regresé al hotel temprano, como a las ocho. Pedí la cena en el cuarto (una hamburguesa con papas, buenísima), vi tele, acudí a la sala de internet, leí y me dormí a buena hora.
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