domingo, 29 de julio de 2018

Let It Be

He aquí el último disco de los Beatles que salió a la venta, aun cuando había sido grabado muchos meses atrás, antes incluso que Abbey Road. Producto de un proceso complicado, conflictivo y de algún modo frustrado, Let It Be (que inicialmente iba a intitularse Get Back) no fue lo que originalmente iba a ser: un disco de rock sencillo y básico, con canciones sencillas y básicas, arreglos sencillos y básicos y producción sencilla y básica. La idea era de Paul McCartney, pero contó con muy poco entusiasmo y cooperación por parte de sus compañeros, quienes arrastraban el cansancio físico, mental y creativo de las sesiones del Álbum Blanco. Y ahí estaba otra vez Yoko Ono, con su presencia omnímoda, como siamesa de John Lennon, incomodando a los otros tres. Y ahí estaban las cámaras y los reflectores de la película que se estaba filmando mientras se desarrollaban los ensayos y la grabación de cada una de las tomas de las canciones. Era la crónica de un desastre anunciado que culminó con la decisión de enlatar el material por tiempo indefinido, hasta que apareció el legendario productor norteamericano Phil Spector y con la aprobación de John, George y Ringo (y el desconocimiento de Paul y de George Martin) remezcló doce canciones y dio un giro al concepto original del álbum que hasta de nombre cambió.
  Aparecido en mayo de 1970, el disco no es todo lo brillante que se quiso, pero la calidad de la mayoría de los cortes hace que al final el todo se salve. Y es que en realidad la mano de Spector, con su famosa pared de sonido, sólo es notoria en “Across the Universe” de Lennon, “I Me Mine” de Harrison y “The Long and Winding Road”… de McCartney, quien protestó estentóreamente, pero no pudo evitar que el álbum saliera a la venta con su canción bonita pero melosamente orquestada.
  Como temas destacados de este trabajo sobresalen la enorme “Let It Be” y la rocanrolera “Get Back”, ambas de Paul. Buenas pero no precisamente extraordinarias son “Two of Us”, “Dig a Pony”, “I've Got a Feeling” y “For You Blue”, mismas que si bien con el paso del tiempo se han vuelto entrañables, más por nostalgia de los escuchas que por la calidad intrínseca de las melodías, no estarían incluidas en una antología de las mejores canciones del cuarteto.
  Let It Be, en ese sentido, tiene un mayor valor histórico que artístico.

(Reseña que escribí originalmente para el Especial de La Mosca No. 9, segunda parte de la historia de los Beatles)

1 comentario:

Ghostwriter dijo...

http://youareaghost.blogspot.mx/2013/02/the-beatles-let-it-be-1970.html

Let It Be, uno de mis favoritos, los Replacements editaría decadas despúes un disco bajo el mismo nombre